Desde hace varios años, cobró importancia una de las prácticas que empresas de todo el mundo empezaron a implementar en sus centros de trabajo: la posibilidad de que la fuerza laboral se quedara en sus casas realizando las actividades para las cuales había sido contratada. En sus distintas modalidades y en diversos niveles de impulso, empresas y personas desarrollaron así sus actividades con diferentes resultados y objetivos.

Los promotores del teletrabajo argumentan que para las empresas esto significaba un ahorro de recursos: por ejemplo, disminución en los gastos por el uso de las instalaciones empresariales (consumo de agua, electricidad, mantenimiento de las áreas públicas, uso de estacionamiento, líneas telefónicas, muebles y herramientas de trabajo). Así mismo, para los empleados, el teletrabajo significaba la posibilidad de una mejora real en su calidad de vida, debida a un ahorro en desplazamientos, mayor tiempo de convivencia con la familia y mayor productividad laboral, al lograr más en menos tiempo, así como la posibilidad de generar formas creativas para comunicarse con la Empresa y sus Clientes.

Sin embargo, también se creía que las desventajas de esta modalidad laboral radicaban en que la falta de contacto físico podría causar una ralentización del ritmo de trabajo, que afectaría la comunicación interna, derivando en malos productos o servicios; así como una posible falta de control de la información generada desde y hacia la empresa.

Independientemente incluso de la gran expectativa generada entre los empleados por la idea de evitar ir a la oficina, la realidad manifestada actualmente es otra: los horarios del teletrabajo se vuelven más frágiles, la interacción con los otros miembros de la familia también demanda tiempo y atención, además de la posibilidad de que la infraestructura personal para comunicarse y realizar las labores de oficina (escritorios, impresoras y una buena conexión a Internet) dificulte a nivel operativo el desarrollo de esta práctica.

Para contribuir a mejorar esa situación, Telcel ha pensado en ofrecer continuamente servicios para satisfacer este tipo de necesidades de nuestros Clientes y Usuarios. Hoy en día, cuando el teletrabajo se ha vuelto una realidad, es muy importante contar con herramientas que nos otorguen una buena calidad en la señal y que no limiten los procesos de comunicación con el resto de los miembros del equipo de trabajo, Clientes y proveedores.

Con Internet en tu Casa, nuestros Clientes tendrán la posibilidad de mantenerse conectados, ya que incluye navegación ilimitada a nivel nacional y no necesita de instalaciones especiales ni de la visita de un técnico. Solo se contrata, se conectan y se puede comenzar a navegar. Y lo que es mejor: Internet en tu Casa ha mejorado su experiencia para beneficio de sus usuarios mediante un sencillo registro y una fácil instalación.

Si las labores de nuestros Clientes tienen que ver con el teletrabajo, Internet en tu Casa es la mejor opción para quienes quieren garantizar la conexión a Internet en su domicilio, utilizarla en zonas a las que la competencia no llega o convertirla en una línea de respaldo para asegurarse la conectividad, Internet en tu Casa es la mejor opción.